La piel sana proporciona una barrera entre el ambiente exterior y el interior de su cuerpo. Las erupciones a menudo son causadas por el contacto con un alérgeno o una sustancia que irrita la piel. Las plantas venenosas como la hiedra, el roble o el zumaque venenosos, los jabones, los detergentes, los champús, los perfumes, los cosméticos o las lociones pueden causar erupciones. Las infecciones virales, las infecciones por hongos, las infecciones por levaduras, las infecciones bacterianas y las enfermedades de transmisión sexual pueden causar erupciones. Las erupciones también pueden ser causadas por una enfermedad interna más grave.
Recibir el diagnóstico correcto y el tratamiento adecuado es fundamental para mejorar y prevenir la recurrencia de una erupción. Como dermatólogos, somos expertos en el diagnóstico y tratamiento de erupciones cutáneas y esperamos poder ayudarlo.